FRENTE DE AFIRMACIîN HISPANISTA, A. C. PREMIOS ÒVASCONCELOSÓ REVISTA NORTE NUESTRO DIRECTOR DOS OPINIONES SOBRE LOS ESTUDIOS DE
En 1967 un grupo de intelectuales mejicanos ante la necesidad de preservar los valores de la Hispanidad decidieron formar una asociaci—n civil: el FRENTE DE AFIRMACIîN HISPANISTA. Desde ese a–o se ha dedicado a la labor editorial teniendo como su principal exponente a la Revista NORTE. Su ideario es el siguiente: Considerando: Que la Hispanidad se compone de un grupo Žtnico de aproximadamente 300 millones de habitantes; que tenemos afinidades de la sangre y de la raza, as’ como las m‡s ’ntimas y espirituales del habla y el pensamiento humano; compartiendo una herencia comœn de cultura, costumbres y tradiciones; que durante siglos ha sido atacada por todos los flancos la gran obra de la Hispanidad, lo que ha reducido sus territorios considerablemente; que en el mundo hay grandes grupos culturales, como son: el chino, el ruso, el francŽs, el anglosaj—n, etc., que basan su fuerza en la unidad espiritual; que hoy en d’a la Hispanidad sigue asediada por doctrinas de todos tipos, con el œnico prop—sito de dividir aœn m‡s a los nobles pueblos hisp‡nicos. Queremos hacer constar: Que hemos creado una Asociaci—n Civil que defender‡ la conservaci—n de los valores culturales, art’sticos y Žticos de la Hispanidad; que tenemos la firme convicci—n de que es nuestro deber ante la Historia luchar por la mayor unificaci—n de los diversos sectores de la Hispanidad, desde Manila a Tierra del Fuego, desde los Andes hasta las Californias y desde Madrid hasta la Florida para crear una mayor solidez espiritual dentro de nuestro bloque cultural; que es nuestra obligaci—n moral el unirnos como hermanos que somos y luchar juntos por ser independientes intelectualmente para romper las cadenas de la miseria espiritual y una vez libres de Žsta, utilizar los progresos que nos brinda la civilizaci—n para elevar nuestros niveles culturales; que nada podr‡ detener el movimiento de agrupaci—n hisp‡nica que nuestro pensamiento se ha propuesto llevar a cabo con todos los que llevamos en el esp’ritu este ideal. OBJETIVO: Hacer consciente el sentido hispanista latente en 300 millones de habitantes de habla espa–ola, para crear una mayor solidez espiritual dentro de nuestro bloque cultural. FINALIDAD: Aumentar la aportaci—n de la cultura hisp‡nica a la cultura mundial, promoviendo la publicaci—n de los mejores temas art’sticos, cient’ficos y literarios del idioma. FORMACIîN: Adquirida por el sentido idealista y humano de la colonizaci—n espa–ola que supo prohijar a otros pueblos, incorpor‡ndolos a la gran familia hisp‡nica, de la cual han surgido grandes hombres en todas las ramas de la cultura, que nos sirven de ejemplo para el futuro. POLêTICA GENERAL: l. El FAH alentar‡ la creaci—n de otras instituciones similares en todos los pa’ses hispanistas, as’ como dentro de grupos hisp‡nicos en otros bloques. 2. El FAH no es una instituci—n pol’tica y no tiene relaci—n con partido pol’tico alguno, ni 3. El FAH es una organizaci—n respetuosa e imparcial acerca de las ideas religiosas. 4. El FAH promover‡ el intercambio cultural entre todos los pa’ses de la Hispanidad y otorgar‡ la medalla de oro "JosŽ Vasconcelos" todos los a–os, el 12 de octubre, a un hispanista preclaro. POR EL ENGRANDECIMIENTO DE LA CULTURA HISPçNICA ÒPREMIOS JOSƒ VASCONCELOS" 1968-2006 1968 LEîN FELIPE, zamorano. Prototipo del poeta en el exilio. 1969 SALVADOR DE MADARIAGA, gallego. Historiador y cr’tico literario. 1970 FƒLIX MARTê IBç„EZ, valenciano. Orador y Director de la revista MD, que distribu’a gratuitamente a 300.000 mŽdicos en todo el mundo. 1971 JOAQUIM MONTEZUMA DE CARVALHO, 1972 LUIS ALBERTO SçNCHEZ, peruano. Literato y catedr‡tico universitario. 1973 JORGE LUIS BORGES, argentino. Poeta y novelista. 1974 GILBERTO FREIRE, brasile–o. Escritor y catedr‡tico universitario. 1975 DIEGO ABAD DE SANTILLçN, espa–ol-argentino. Enciclopedista e historiador. 1976 UBALDO DiBENEDETTO, italiano. Novelista y catedr‡tico de Literatura en la Universidad de Harvard. 1977 VICENTE GƒIGEL POLANCO, puertorrique–o. Poeta y pol’tico. 1978 SAMUEL BRONSTON, unistatense. Productor cinematogr‡fico de El Cid. 1979 ALFONSO CAMêN, asturiano. Poeta y fundador de la revista Norte, Revista Hispanoamericana. 1980 HELCêAS MARTAN GîNGORA, colombiano. Poeta. Director de la revista Esparavel 1981 JOSƒ JURADO MORALES, andaluz. Poeta. Director de la revista Azor. 1982 PRIMO CASTRILLO, boliviano. Poeta y dibujante. 1983 JOSƒ MARêA AMADO, andaluz. Escritor. Director desde 1968 de la revista Litoral 1984 SOCIEDAD CULTURAL ÒSOR JUANA INƒS DE LA CRUZÓ, 1985 JEAN ARISTEGUIETA, venezolana. Poeta. Directora de la revista çrbol de Fuego 1986 FRANCISCO MATOS PAOLI e ISABEL FREIRE DE MATOS, 1987 MAGêN BERENGUER ALONSO, asturiano. Pintor, antrop—logo y catedr‡tico. 1988 ARTURO USLAR PIETRI, venezolano. Novelista y pol’tico. 1989 CAPILLA ALFONSINA, sociedad mejicana que guarda la memoria de Alfonso Reyes. 1990 ODîN BETANZOS PALACIOS, andaluz. Poeta. Presidente de la Academi Norteamericana de la Lengua Espa–ola. 1991 ALFONSO LARRAHONA KASTEN, 1992 MARIANO LEBRîN SAVI„îN, 1993 JOSƒ RUBIA BARCIA, 1994 CASA DEL POETA LATINOAMERICANO 1995 GUILLERMO SCHMIDHUBER DE LA MORA, 1996 RODRIGO PESçNTEZ RODAS, ecuatoriano. Poeta, ant—logo y catedr‡tico de Literatura. 1997 BIBLIOTECA BçSlCA CANARIA. 1998 SALVADOR BUENO MENƒNDEZ, cubano. Escritor y catedr‡tico de Literatura. Presidente de la Academia Cubana de la Lengua. 1999 SILVIO ZAVALA, mejicano. Historiador. 2000 LOLITA LEBRîN, puertorrique–a. Poeta y patriota. 2001 MANUEL DE LA PUEBLA, espa–ol. Poeta y editor. 2002 CARILDA OLIVER LABRA, cubana. Poeta y patriota. 2003 BRêGIDO REDONDO, mejicano. Poeta. Director de la Casa Maya de la Poes’a, Campeche. 2004 2005 FRANCISCO HENRêQUEZ, cubano. Poeta. Director de Carta L’rica en Miami, Florida. 2006 LOURDES ROYANO GUTIƒRREZ,
Anverso de la medalla ÒJosŽ VasconcelosÓ.
El poeta Francisco Henr’quez, al centro,
Y NACIî NORTE La creaci—n de la revista NORTE hacia el a–o de 1929 se debi— al empe–o de la direcci—n de Prensa Gr‡fica de sacar otra revista m‡s, a semejanza de Mundo Gr‡fico, La Esfera y Nuevo Mundo. El primer nœmero de NORTE se confeccion—, en la redacci—n y talleres de dicho peri—dico en Madrid, con la idea de Òvolcar todas las bellezas de las regiones del Cant‡brico en nuestra revista, no s—lo para aquellas regiones, sino para los asturianos, vascos, monta–eses, gallegos y leoneses residentes en Madrid y en AmŽrica, especialmente en Cuba, Puerto Rico y MŽxicoÓ, siendo en este œltimo pa’s, donde meses atr‡s hab’a estado comisionado Alfonso Cam’n para dirigir un nœmero de La Esfera Prensa Gr‡fica fue para NORTE lo que para CŽsar su madre: fallec’a despuŽs del parto. NORTE Durante la Guerra Civil su director fue encarcelado en Palencia y m‡s tarde pas— a Asturias en donde la revista estuvo a Òpunto de morirÓ. DespuŽs se lanz— un nœmero en la Coru–a de donde viaj— a Portugal buscando una libertad que no exist’a. De tierras lusitanas cruz— el Atl‡ntico hasta Cuba, isla que conoc’a las aventuras y la poes’a afro-cubana de Alfonso; mas no encontr— tampoco all’ el ambiente propicio. Por fin lleg— a MŽxico en donde se respir— el aire libre, se reanudaron las antiguas luchas y tuvo NORTE la acogida de los m‡s genuinos representantes de la cultura hispano-americana. En el verano de 1967, cansada ya do–a Rosario Armesto de Cam’n, por la enfermedad que hac’a dos a–os ten’a postrado a su esposo, as’ como por la edici—n de NORTE Ante estas circunstancias se reuni— el Consejo Directivo del FAH, y tom— el acuerdo de aceptar como cesi—n gratuita todos los derechos de NORTE Y a manera de un renacimiento sali— el nœmero 218, como el —rgano de difusi—n cultural del FAH bajo la direcci—n actual y el asesoramiento cultural de varios intelectuales de reconocido prestigio en el ‡mbito panhispanista. Los que ahora componemos la mesa de redacci—n de NORTE somos gente joven e idealista dispuesta a infundir la din‡mica tan necesaria en estas empresas, pero necesitamos el siempre sabio consejo de nuestros mayores que nos han de ense–ar a navegar por el proceloso mar de las circunstancias que se nos avecinen. El Director Publicado en la revista Norte N¡ 230. Julio-Agosto de 1969. Alfonso Cam’n. Fundador de la revista Norte FREDO ARIAS DE LA CANAL Nace en la Ciudad de MŽxico el 16 de octubre de 1939, de una familia de liberales, su padre espa–ol y su madre mejicana. Estudi— en la Academia Hispano-Mexicana, MŽxico; King's School Sherborne, Oxford, Inglaterra; Instituto Tecnol—gico de MŽxico. Carrera de Administraci—n de Empresas, 1960. Autodidacta en psicoan‡lisis. Desde 1967 Presidente del Frente de Afirmaci—n Hispanista, A. C., instituci—n que otorga cada a–o, desde 1968, el ÒPremio JosŽ VasconcelosÓ a un hispanista preclaro. Director de la Revista Hispano-Americana Norte Director de la Casa de Cultura, Potes, Cantabria, Espa–a. AcadŽmico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Hist—ricas de Toledo. Corresponsal de la Academia Norteamericana de la Lengua Espa–ola. Periodista de art’culos hist—ricos en los diarios: La Voz de Michoac‡n; La Voz de Asturias y La Nueva Espa–a (Oviedo). Descubridor de los arquetipos oral-traum‡ticos y de las leyes poŽticas que conforman el protoidioma de la humanidad, cuyos estudios ha publicado en la propia revista Norte y en muchos libros entre los que se destacan Arte prehist—rico en cuevas del norte de Espa–a de Mag’n Berenguer; Arte er—tico de Pompeya y Herculano de BarrŽ; la Obra facsimilar de Sor Juana InŽs de Asbaje; El protoidioma en La divina comedia de Dante; Primera antolog’a de la poes’a homosexual, adem‡s de varias antolog’as como La locura en la poes’a c—smica de Antonio Ram’rez Fern‡ndez Autor de varios ensayos y libros entre los que sobresalen La Virgen de Mesyco; los primeros intentos de Psicoan‡lisis de Cervantes, CortŽs, Sigmund Freud, Tango argentino, el segundo de Juana InŽs de Asbaje y Homo Hispanus. Autor de Antolog’as de la Poes’a C—smica de: Campeche, MŽxico Canarias Chile Cuba Ecuador Matanzas, Cuba Pinar del R’o, Cuba Puerto Rico De los colores: Amarillo Azul De los poetas: Agustini, Delmira Albizu Campos, Pedro Aleixandre, Vicente Alonso, Odette çlvarez, Ileana ArŽvalo, Marta de Arias, Olga Aristeguieta, Jean Assef, Pedro Alberto Bruna, Carmen Cajigas, Billy Cambeiro, Conchita Carranza, Eduardo Carrera Andrade, Jorge Casal, Juli‡n del Chac—n Zald’var, Carlos Chamero, Mar’a Luisa Cuadra, çngel Curbelo Barber‡n, Lalita Dalœa, çngeles Dante Delgado L—pez, Juan D’ez Guzm‡n, Hugo Alejandro D’ez Serrano, Isabel Echavarr’a Alonso, Alberto Echeverri Mej’a, Oscar Feij—o, Samuel Fuente, Carmen de la Garc’a Lorca, Federico Garc’a Munive, Rosamarina Garrote y Gil, Juan Carlos God’nez, Pedro Oscar GuillŽn, Nicol‡s GutiŽrrez Pedreiro, Daniel Henr’quez, Francisco Heredia, JosŽ Mar’a de Hern‡ndez Acosta, Miladis Hern‡ndez, Miguel Hern‡ndez Novas, Raœl Herrera, Fernando de Hierro, JosŽ Hierro, Nicol‡s del Ibaceta, Herminia D. Ibarbourou, Juana de Lacasa, Cristina Larra–aga, hermanos Lebr—n, Lolita Lecuona Varela, Clara Leyva Rosabal, Odalys Loynaz, Dulce Mar’a Loynaz, Enrique Mart‡n G—ngora, Helc’as Mart’, JosŽ Marx Mendoza Torres, Mayra Margarita Merino, Adriana Mesa, Raœl Miguel çngel Morales, Carmen Moreno del Toro, JosŽ Luis Morffe, Freddy Camilo Nietzsche Nœ–ez, Serafina Oliver Labra, Carilda Pardo Garc’a, Germ‡n Pedroso, Regino PŽrez, Orlando Concepci—n Petrarca Pita Rodr’guez, FŽlix Pizarnik, Alejandra Prado, Pura del Puebla, Manuel de la Quincoses, Liudmila Ram’rez Fern‡ndez, Antonio Ram’rez Tavera, Nidia y Alejandra Rodr’guez çvila, Xiomara Maura S‡nchez, Francis Santos Duarte, Ponciano Shakespeare Sierra Montes, Yasm’n Silva y Mendoza, Diego Soler Palomino, Juventina Sor Juana InŽs de la Cruz Su‡rez Merl’n, Iv‡n Storni, Alfonsina Terga Oliva, Amarilis del Carmen TrullŽn, Guadalupe Undurraga, Antonio de Urrutia, çngel Vega de Alba, Gloria Villaca–as, Juan Antonio Yarza, P‡lmenes RAòL TçPANES LîPEZ (Poeta cubano, Director de la revista literaria ARIQUE)
ÒLa poes’a c—smica, como yo la veoÓ La polŽmica en torno al lenguaje poŽtico, a la lingua franca de la poes’a, es tan antigua como sus or’genes y puede remitirnos al Ars PoŽtica de Arist—teles, la obra de Fernando de Herrera, la Escuela de Praga o, m‡s ac‡, a la Art poŽtique de Verlaine. De cualquier manera, m‡s all‡ de ismos y concepciones estŽticas hoy es generalmente aceptado que poetizar no es nombrar, sino sugerir, evocar, hacer que se diluya el mensaje y que se lo intuya y adivine poco a poco (Javier Ciordia Muguerza, Entre el delirio y el orden. Pre‡mbulo a Matos Paoli, 1994). Pero tanto dentro del arte aristotŽlicamente mimŽtico, reflejo exacto de ideas, razonamientos y formas, como del imperio actual, casi obsesi—n, de intuiciones y sentimientos, el uso de arquetipos o de met‡foras ha establecido el lenguaje poŽtico en a–adidura al lenguaje comœn. Hoy estamos hablando de un tercer lenguaje, que a decir de una autoridad en la materia, el profesor Ubaldo DiBenedetto, de la Universidad de Harvard, es inconsciente y ha vibrado inaudiblemente durante siglos junto al lenguaje poŽtico como la arm—nica superior de una nota fundamental (Introducci—n a El protoidioma en La Divina Comedia de Dante , 1994). Puede hacerse poes’a sin met‡foras, pero no existe poes’a sin arquetipos, que tambiŽn est‡n presentes en aquellas: Hablamos de arquetipo cuando un motivo poŽtico, signo lingŸ’stico, s’mbolo, alcanza un grado de sistematicidad en su funcionamiento semi—tico que no responde a la casualidad, ni siquiera al gusto personal, y alcanza una valencia significativa relativamente estable (Raœl Francisco Garc’a Doba–o, La mariposa en la poes’a o la poes’a de la mariposa, 2003). Segœn el texto ya citado de Ubaldo DiBenedetto este tercer lenguaje demuestra, a travŽs de arquetipos inconscientes pero constantes, las im‡genes y s’mbolos que est‡n en la base de la experiencia evolutiva de la humanidad (...) El protoidioma es un utensilio tan necesario para la interpretaci—n de la poes’a como un buen conocimiento del sistema binario para entender las computadoras. A travŽs del psicoan‡lisis tambiŽn Freud (MoisŽs y monote’smo, 1938 ) otorga una elevada importancia al estudio de los arquetipos en el lenguaje: existe, en primer lugar, la universalidad del simbolismo en el lenguaje (...) Aqu’ parece que tenemos un ejemplo evidente de una herencia arcaica que data del per’odo en que se desarroll— el lenguaje (...) La herencia arcaica de los seres humanos comprende no s—lo las disposiciones sino tambiŽn la materia subjetiva: residuos de memoria de la experiencia de generaciones anteriores [los arquetipos]. Sin embargo, esta teor’a no comenz— a ser verdaderamente aceptada y extendida hasta que Jung no definiera en 1936 al inconsciente colectivo como experiencia de naturaleza colectiva, universal, impersonal, comœn a todos los individuos y presente en nuestro sistema ps’quico en forma de recuerdos preexistentes o arquetipos. El valor del arquetipo es inconmensurable, como inmenso es el poder de la palabra para los poetas. La utilizaci—n del mŽtodo psicoanal’tico como herramienta en el estudio y cr’tica literarios es relativamente nuevo. Para Fredo Arias los poetas son individuos que poseen una especial facultad para concebir los arquetipos que subyacen en el inconsciente colectivo de la humanidad, arquetipos que est‡n presentes en el corpus literario de todas las Žpocas y naciones y que constituyen un particular lenguaje dentro del habla, ya de por s’ particular de la poes’a, y que Žl ha denominado protoidioma poŽtico. Por cuanto la mayor parte de esos arquetipos est‡n relacionados con cuerpos celestes se ha dado en llamar poes’a c—smica a este lenguaje poŽtico, quiz‡s tambiŽn como un indirecto homenaje a JosŽ Vasconcelos, autor de La raza c—smica , defensor del hispanoamericanismo y cuyo nombre ostenta la m‡s alta distinci—n otorgada anualmente por el Frente de Afirmaci—n Hispanista que dirige Arias de la Canal. Somos criaturas solares y por ende c—smicas, sujetos eternos de las leyes del universo sin las cuales no existir’a la vida c—smica y menos la animal dice Fredo Arias en la Entrevista intemporal entre Joseph Campbell y Fredo Arias (2001). Los arquetipos c—smicos en la poes’a aparecen generalmente relacionados con otros s’mbolos como ojo, luz, fuego y piedra en conjuntos de dos (estrellas y luz-fuego), tres (estrellas, ojos y luz- fuego) o cuatro (estrellas, ojos, luz-fuego y otros). El arquetipo estrella abarca todas las denominaciones de los cuerpos celestes: astro, sol, lucero, luna, cometa, planeta, etc. Otros arquetipos, secundariamente asociados a los anteriores, tienen un origen oral-traum‡tico. A travŽs del estudio de las obras de miles de poetas durante decenas de a–os, Arias ha rastreado dichos arquetipos hasta sus or’genes: las edades tempranas del ni–o, el per’odo de lactancia cuando segœn el psicoan‡lisis quedan establecidos en la mente infantil los siete temores erotizados: el temor a morir de hambre y sed -por una lactancia deficiente-, a ser devorado, envenenado, asfixiado, decapitado, castrado, drenado. A esos temores infantiles, se–alados por Freud y Bergler, Arias agreg— el de la punci—n, producido por el pez—n materno que es introducido en la boca del ni–o. Para Žl, como para Jaspers, todo fen—meno art’stico es efecto de una causa, siendo Žsta el trauma oral del mam’fero humano. El arte es como la perla en el molusco infectado , concluye Arias: si no hay trauma no hay arte (en la presentaci—n de la Antolog’a de la poes’a c—smica del Ecuador , en 1996). A esos temores infantiles aparecen asociados una serie de arquetipos que se–alamos someramente, sin agotarlos todos. Al recuerdo del hambre y la sed: el arquetipo fuego y el color amarillo; al temor de ser devorado: aves de presa y todo tipo de fieras terrestres y marinas; al temor de envenenamiento: sierpes, escorpiones, ara–as y fango; asfixia: naufragios y horcas; decapitaci—n o destrozamiento: hachas, espadas, guillotina; el temor de ser castrado se asocia a las navajas y tijeras; la drenaci—n con los vampiros y murciŽlagos; y finalmente la punci—n que es asociada a arquetipos como clavos, pu–ales, cuervos, espinas y otros objetos punzantes. Director desde hace dŽcadas de la Revista Hispanoamericana Norte , Fredo Arias ha desarrollado en ella la serie de estudios El mam’fero hip—crita , dedicada al an‡lisis de los s’mbolos poŽticos relacionados con los arquetipos c—smicos y oral-traum‡ticos. En 1994 publica, precisamente en Valpara’so, Chile, bajo el t’tulo de Antolog’a amarilla de Juan Delgado L—pez , un estudio psicoanal’tico de la obra de ese insigne poeta andaluz. Un a–o despuŽs en El protoidioma en La Divina Comedia de Dante , desarrolla un novedoso y exhaustivo an‡lisis de la obra poŽtica de Dante, Petrarca y Miguel çngel. Al estudio de la obra poŽtica de cl‡sicos como Fernando de Herrera o contempor‡neos como çngel Urrutia Iturbe o Antonio Ram’rez Fern‡ndez, siguen una serie de antolog’as regionales como las dedicadas a la poes’a ecuatoriana (1996), canaria (1997), cubana (2000), puertorrique–a (2002) o m‡s recientemente la Antolog’a de la poes’a c—smica chilena (2004). Los estudios y an‡lisis de Fredo Arias de la Canal lo llevan a enunciar las leyes que rigen la creatividad poŽtica: 1 . Los arquetipos que concibe el poeta durante sus sue–os o estados de posesi—n provienen de su propio inconsciente o paleocortex cerebral y se hacen conscientes al percibir, escribir o recordarlos. 2. Todo poeta es un ser que simboliza sus traumas orales con arquetipos pertenecientes al inconsciente colectivo, del cual su propio inconsciente es parte integrante. 3. Todo poeta concibe en mayor o menor grado arquetipos c—smicos: cuerpos celestes asociados principalmente a los s’mbolos: ojo, fuego y piedra y secundariamente a otros arquetipos de origen oral-traum‡tico. Pero, Àa d—nde nos lleva el psicoan‡lisis de la obra poŽtica? ÀPara quŽ sirve? Psic—logos puros, entre comillas, argumentan -en aras de un eclecticismo conservador- en contra de la generalizaci—n que suponen las leyes de la creatividad. Incluso poetas, estos s’ asumiendo posturas m‡s coherentes, como el mexicano Br’gido Redondo -precisamente Premio Vasconcelos en 2003-, subliman las defensas poŽticas contra el escalpelo psicoanal’tico de Arias. Hace ya una dŽcada Annis Pratt ( Dancing with the Goddesses. Archetypes, Poetry and Emporvement , 1994) entreve’a las ra’ces ocultas de este conflicto: A estas alturas, deber’a ser evidente que los arquetipos son realidades psicosociales poderosas capaces de liberar eventos personales y sociales tanto constructivos como destructivos. Nada argumentarŽ en contra de los defensores del psicoan‡lisis puro -subrayo de nuevo el entrecomillado- ya que no soy un psicoanalista, sino un atormentado hombre que intenta escribir versos; pero desde el punto de vista poŽtico no creo, al igual que Arias, que este inmenso salto en el desarrollo del psicoan‡lisis venga a empobrecer la poes’a. Ningœn conocimiento de s’ mismo, gnotiseauton, puede ser nocivo para el poeta. Al respecto Arias ( Di‡logo intemporal entre Nietzsche y Fredo Arias , 2002) manifiesta: El conocimiento del mundo metaf’sico, gracias al descubrimiento de las leyes de la creatividad poŽtica, me parece que es de utilidad vital para la humanidad. Si el hombre no conoce su personalidad metaf’sica situada en su inconsciente, jam‡s podr‡ explicar sus compulsiones a la "pasi—n, error y enga–o" que lo han tra’do siempre en peligro de naufragio, como lo han demostrado sus guerras estœpidas y genocidios de mujeres y ni–os. El propio Arias no parece muy preocupado por la aceptaci—n de sus descubrimientos cuando sentencia en El objetivo del psicoan‡lisis (2001): Si a la ciencia pragm‡tica de la mec‡nica del fen—meno on’rico le tom— un siglo reconocer lo dicho por Freud en "La interpretaci—n de los sue–os" (1900), es posible que se tome otro siglo en aceptar los descubrimientos de Bergler, Jung y m’os. Mientras tanto la labor de Fredo Arias constituye, como se–alara el espa–ol Manuel de la Puebla, un doble servicio a la poes’a. Yo agregar’a que son mœltiples los servicios si tomamos en cuenta, adem‡s, su labor de afirmaci—n de nuestras ra’ces hisp‡nicas y de divulgaci—n y patrocinio de todas las artes y las culturas en general. Porque al ejercicio human’stico para el conocimiento y clarificaci—n de la naturaleza humana, debemos agregar que al estudiar los textos poŽticos contribuye a la difusi—n de la poes’a y a la congregaci—n y conocimiento de s’ mismos de los poetas, adem‡s de su reiterado apoyo a muchas otras manifestaciones culturales. Respecto a los grandes aportes de Fredo Arias de la Canal a la cultura cubana ha dicho Virgilio L—pez Lemus: Ya es mucho, y cada vez es m‡s, lo que la cultura cubana tiene que agradecer a la inteligencia y solvencia de este mexicano ejemplar, al Frente de Afirmaci—n Hispanista, y a su labor personal desinteresada, llena de matices, bajo el sentido que le ofrece el an‡lisis arquet’pico, su presupuesto c—smico y la condici—n del protoidioma. Es un tipo de an‡lisis complejo, que requiere ampl’sima cultura, como la que demuestra tener el autor, as’ como un conocimiento esencial del psicoan‡lisis. El asunto para Arias de la Canal no consiste en hacer cr’tica literaria al uso, ni explorar las obras desde un perfil puramente estŽtico, sino hacer ver desde ellas mismas, lo que de pensamiento c—smico poseen. Bienvenida entonces, y sin temores, la poes’a c—smica y el conocimiento que de nosotros mismos nos trae ella. Valpara’so, junio de 2007 UBALDO DiBENEDETTO (Novelista y catedr‡tico de Literatura en la Universidad de Harvard. ÒPremio VasconcelosÓ 1976.) Protoidioma Dentro del contexto de la abundante evidencia documental que Fredo Arias ha presentado en otros estudios trascendentes, tales como las series de ÒEl Mam’fero Hip—critaÓ as’ como otros, demasiados para enlistarlos aqu’, el tŽrmino protoidioma (É) Leslie Fielder que entr— al ruedo atacando la ÒNueva Cr’ticaÓ por considerar sin importancia todo lo biogr‡fico, propuso la idea de la cr’tica literaria como la de Òintuiciones œtiles en la psique individualÓ. Era la comprensi—n de la mente del escritor, aseguraba, lo que pod’a ayudar al cr’tico a definir la ÒfirmaÓ personal del mismo, en oposici—n a la idea de la experiencia colectiva. Es de la mayor importancia que consideremos, especialmente a la luz de los estudios de Fredo Arias, la teor’a de Fielder de que la literatura comienza con la firma, u originalidad del escritor (personalidad del artista), y termina Ò ... imponiŽndose al arquetipoÓ. (É) (É) (É) (É) |