FRENTE DE AFIRMACIîN HISPANISTA, A. C.
PREMIOS ÒVASCONCELOSÓ

REVISTA NORTE
NUESTRO DIRECTOR
DOS OPINIONES SOBRE LOS ESTUDIOS DE FREDO ARIAS DE LA CANAL

 

Created by Readiris, Copyright IRIS 2005

 

 

 


En 1967 un grupo de intelectuales mejicanos ante la necesidad de preservar los valores de la Hispanidad decidieron formar una asociaci—n civil: el FRENTE DE AFIRMACIîN HISPANISTA. Desde ese a–o se ha dedicado a la labor editorial teniendo como su principal exponente a la Revista NORTE.  Su ideario es el siguiente:

 

Considerando:

 

Que la Hispanidad se compone de un grupo Žtnico de aproximadamente 300 millones de habitantes;

que tenemos afinidades de la sangre y de la raza, as’ como las m‡s ’ntimas y espirituales del habla y el pensamiento humano; compartiendo una herencia comœn de cultura, costumbres y tradiciones;

que durante siglos ha sido atacada por todos los flancos la gran obra de la Hispanidad, lo que ha reducido sus territorios considerablemente;

que en el mundo hay grandes grupos culturales, como son: el chino, el ruso, el francŽs, el anglosaj—n, etc., que basan su fuerza en la unidad espiritual;

que hoy en d’a la Hispanidad sigue asediada por doctrinas de todos tipos, con el œnico prop—sito de dividir aœn m‡s a los nobles pueblos hisp‡nicos.

 

Queremos hacer constar:

 

Que hemos creado una Asociaci—n Civil que defender‡ la conservaci—n de los valores culturales, art’sticos y Žticos de la Hispanidad;

que tenemos la firme convicci—n de que es nuestro deber ante la Historia luchar por la mayor unificaci—n de los diversos sectores de la Hispanidad, desde Manila a Tierra del Fuego, desde los Andes hasta las Californias y desde Madrid hasta la Florida para crear una mayor solidez espiritual dentro de nuestro bloque cultural;

que es nuestra obligaci—n moral el unirnos como hermanos que somos y luchar juntos por ser independientes intelectualmente para romper las cadenas de la miseria espiritual y una vez libres de Žsta, utilizar los progresos que nos brinda la civilizaci—n para elevar nuestros niveles culturales;

que nada podr‡ detener el movimiento de agrupaci—n hisp‡nica que nuestro pensamiento se ha propuesto llevar a cabo con todos los que llevamos en el esp’ritu este ideal.

 

OBJETIVO:

 

Hacer consciente el sentido hispanista latente en 300 millones de habitantes de habla espa–ola, para crear una mayor solidez espiritual dentro de nuestro bloque cultural.

 

FINALIDAD:

 

Aumentar la aportaci—n de la cultura hisp‡nica a la cultura mundial, promoviendo la publicaci—n de los mejores temas art’sticos, cient’ficos y literarios del idioma.

 

FORMACIîN:

 

Adquirida por el sentido idealista y humano de la colonizaci—n espa–ola que supo prohijar a otros pueblos, incorpor‡ndolos a la gran familia hisp‡nica, de la cual han surgido grandes hombres en todas las ramas de la cultura, que nos sirven de ejemplo para el futuro.

 

POLêTICA GENERAL:

 

l. El FAH alentar‡ la creaci—n de otras instituciones similares en todos los pa’ses hispanistas, as’ como dentro de grupos hisp‡nicos en otros bloques.

2. El FAH no es una instituci—n pol’tica y no tiene relaci—n con partido pol’tico alguno, ni lo tendr‡ en el futuro.

3. El FAH es una organizaci—n respetuosa e imparcial acerca de las ideas religiosas.

4. El FAH promover‡ el intercambio cultural entre todos los pa’ses de la Hispanidad y otorgar‡ la medalla de oro "JosŽ Vasconcelos" todos los a–os, el 12 de octubre, a un hispanista preclaro.

 

POR EL ENGRANDECIMIENTO DE LA CULTURA HISPçNICA

  LA MESA DIRECTIVA


ÒPREMIOS JOSƒ VASCONCELOS" 1968-2006

 

1968   LEîN FELIPE, zamorano. Prototipo del poeta en el exilio.

1969   SALVADOR DE MADARIAGA, gallego. Historiador y cr’tico literario.

1970   FƒLIX MARTê IBç„EZ, valenciano. Orador y Direc­tor de la revista MD, que distribu’a gratuitamente a 300.000 mŽdicos en todo el mundo.

1971   JOAQUIM MONTEZUMA DE CARVALHO, portuguŽs. Cr’­tico literario.

1972   LUIS ALBERTO SçNCHEZ, peruano. Literato y cate­dr‡tico universitario.

1973   JORGE LUIS BORGES, argentino. Poeta y novelista.

1974   GILBERTO FREIRE, brasile–o. Escritor y catedr‡ti­co universitario.

1975   DIEGO ABAD DE SANTILLçN, espa–ol-argentino. Enciclopedista e historiador.

1976   UBALDO DiBENEDETTO, italiano. Novelista y cate­dr‡tico de Literatura en la Universidad de Harvard.

1977   VICENTE GƒIGEL POLANCO, puertorrique–o. Poeta y pol’tico.

1978    SAMUEL BRONSTON, unistatense. Productor cine­matogr‡fico de El Cid.

1979    ALFONSO CAMêN, asturiano. Poeta y fundador de la revista Norte, Revista Hispanoamericana.

1980    HELCêAS MARTAN GîNGORA, colombiano. Poeta. Director de la revista Esparavel.

1981    JOSƒ JURADO MORALES, andaluz. Poeta. Director de la revista Azor.

1982    PRIMO CASTRILLO, boliviano. Poeta y dibujante.

1983    JOSƒ MARêA AMADO, andaluz. Escritor. Director desde 1968 de la revista Litoral.

1984    SOCIEDAD CULTURAL ÒSOR JUANA INƒS DE LA CRUZÓ, sociedad mejicana.

1985    JEAN ARISTEGUIETA, venezolana. Poeta. Directora de la revista çrbol de Fuego.

1986    FRANCISCO MATOS PAOLI e ISABEL FREIRE DE MATOS, puertorrique–os. Poetas y patriotas.

1987    MAGêN BERENGUER ALONSO, asturiano. Pintor, antrop—logo y catedr‡tico.

1988    ARTURO USLAR PIETRI, venezolano. Novelista y pol’tico.

1989    CAPILLA ALFONSINA, sociedad mejicana que guarda la memoria de Alfonso Reyes.

1990    ODîN BETANZOS PALACIOS, andaluz. Poeta. Presidente de la Academi Norteamericana de la Lengua Espa–ola.

1991    ALFONSO LARRAHONA KASTEN, chileno. Poeta. Director de la revista Correo de la Poes’a.

1992     MARIANO LEBRîN SAVI„îN, dominicano. Poeta. Presidente de la Academia Dominicana de la Lengua Espa–ola.

1993     JOSƒ RUBIA BARCIA, gallego. Poeta, catedr‡tico de Historia de la Universidad de California.

1994     CASA DEL POETA LATINOAMERICANO (Montevideo). Fundada por Rubinstein Moreira, Norma Suiffet, Gloria Vega de Alba, Marta de ArŽvalo, Mar’a Ofelia Huertas Olivera, Elsa Baroni de Barreneche y Fernando E. Juanic— Pe–alva. Publica la revista La Urpila.

1995    GUILLERMO SCHMIDHUBER DE LA MORA, mejicano. Dramaturgo, investigador literario.

1996    RODRIGO PESçNTEZ RODAS, ecuatoriano. Poeta, ant—logo y catedr‡tico de Literatura.

1997    BIBLIOTECA BçSlCA CANARIA.

1998    SALVADOR BUENO MENƒNDEZ, cubano. Escritor y catedr‡tico de Literatura. Presidente de la Academia Cubana de la Lengua.

1999    SILVIO ZAVALA, mejicano. Historiador.

2000    LOLITA LEBRîN, puertorrique–a. Poeta y patriota.

2001    MANUEL DE LA PUEBLA, espa–ol. Poeta y editor.

2002    CARILDA OLIVER LABRA, cubana. Poeta y patriota.

2003    BRêGIDO REDONDO, mejicano. Poeta. Director de la Casa Maya de la Poes’a, Campeche.

2004    JUAN RUIZ DE TORRES, espa–ol. Poeta, investigador literario. Director de la Asociaci—n Prometeo de Poes’a y varias publicaciones, entre ellas: Cuadernos de Poes’a Nueva y La P‡jara Pinta.

2005    FRANCISCO HENRêQUEZ, cubano. Poeta. Director de Carta L’rica en Miami, Florida.

2006    LOURDES ROYANO GUTIƒRREZ, espa–ola. Directora del Aula de Letras de la Universidad de Cantabria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Anverso de la medalla ÒJosŽ VasconcelosÓ.

 

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El poeta Francisco Henr’quez, al centro,  acompa–ado por personalidades de la cultura hisp‡nica, tambiŽn ÒPremios VasconcelosÓ. De izquierda a derecha: Br’gido Redondo (Premio 2003), Rodrigo Pes‡ntez Rodas (Premio 1996), Od—n Betanzos Palacios (Premio 1990) y Alfonso Larrahona Kasten (Premio 1991).

 

 


Y NACIî NORTE

 

 

La creaci—n de la revista NORTE hacia el a–o de 1929 se debi— al empe–o de la direcci—n de Prensa Gr‡fica de sacar otra revista m‡s, a semejanza de Mundo Gr‡fico, La Esfera y Nuevo Mundo.

El primer nœmero de NORTE se confeccion—, en la redacci—n y talleres de dicho peri—dico en Madrid, con la idea de Òvolcar todas las bellezas de las regiones del Cant‡brico en nuestra revista, no s—lo para aquellas regiones, sino para los asturianos, vascos, monta–eses, gallegos y leoneses residentes en Madrid y en AmŽri­ca, especialmente en Cuba, Puerto Rico y MŽxicoÓ, siendo en este œltimo pa’s, donde meses atr‡s hab’a estado comisionado Alfonso Cam’n para dirigir un nœmero de La Esfera, el cual fue un Žxito gracias a la gentil ayuda de personajes como un precursor industrial de Monterrey: Adolfo Prieto y del fundador del Banco de MŽxico: Al­berto Mascare–as.

Prensa Gr‡fica fue para NORTE lo que para CŽsar su madre: fallec’a despuŽs del parto. NORTE se salv— gracias a que estaba sin firmar la escritura de incorporaci—n y se pudo pasar a otra imprenta.         .

Durante la Guerra Civil su director fue encarcelado en Pa­lencia y m‡s tarde pas— a Asturias en donde la revista estuvo a Òpunto de morirÓ. DespuŽs se lanz— un nœmero en la Coru–a de donde viaj— a Portugal buscando una libertad que no exist’a. De tierras lusitanas cruz— el Atl‡ntico hasta Cuba, isla que conoc’a las aventuras y la poes’a afro-cubana de Alfonso; mas no encontr— tampoco all’ el ambiente propicio. Por fin lleg— a MŽxico en donde se respir— el aire libre, se reanudaron las antiguas luchas y tuvo NORTE la acogida de los m‡s genuinos representantes de la cul­tura hispano-americana.

En el verano de 1967, cansada ya do–a Rosario Armesto de Cam’n, por la enfermedad que hac’a dos a–os ten’a postrado a su esposo, as’ como por la edici—n de NORTE, la que le pesaba mu­cho, se acerc— a los directivos del Frente de Afirmaci—n Hispanis­ta, A. C. para proponerles que dicha asociaci—n prosiguiera edi­tando la revista que con tanto esfuerzo hab’a sobrevivido desde hac’a 38 a–os y que ahora estaba otra vez a punto de morir.

Ante estas circunstancias se reuni— el Consejo Directivo del FAH, y tom— el acuerdo de aceptar como cesi—n gratuita todos los derechos de NORTE Revista Hispano-Americana, para pro­seguir con su edici—n bimestral, la cual se hizo mediante la escri­tura nœmero 18604 Vol. 314 de fecha 14 de agosto de 1967, ante el notario Lic. R. Nœ–ez y Escalante en la Notar’a No. 112.

Y a manera de un renacimiento sali— el nœmero 218, como el —rgano de difusi—n cultural del FAH bajo la direcci—n actual y el asesoramiento cultural de varios intelectuales de reconocido pres­tigio en el ‡mbito panhispanista.

Los que ahora componemos la mesa de redacci—n de NORTE somos gente joven e idealista dispuesta a infundir la din‡mica tan necesaria en estas empresas, pero necesitamos el siempre sabio consejo de nuestros mayores que nos han de ense–ar a navegar por el proceloso mar de las circunstancias que se nos avecinen.

 

El Director

 

Publicado en la revista Norte N¡ 230.

Julio-Agosto de 1969.


 

 

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Alfonso Cam’n. Fundador de la revista Norte.

 

 


 

FREDO ARIAS DE LA CANAL

 

Nace en la Ciudad de MŽxico el 16 de octubre de 1939, de una familia de liberales, su padre espa–ol y su madre mejicana.

Estudi— en la Academia Hispano-Mexicana, MŽxico;

King's School Sherborne, Oxford, Inglaterra;

Instituto Tecnol—gico de MŽxico. Carrera de Administraci—n de Empresas, 1960.

Autodidacta en psicoan‡lisis.

Desde 1967 Presidente del Frente de Afirmaci—n Hispanista, A. C., instituci—n que otorga cada a–o, desde 1968, el ÒPremio JosŽ VasconcelosÓ a un hispanista preclaro.

Director de la Revista Hispano-Americana Norte desde 1968, que fundara el poeta Alfonso Cam’n en Madrid en 1928.

Director de la Casa de Cultura, Potes, Cantabria, Espa–a.

AcadŽmico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Hist—ricas de Toledo.

Corresponsal de la Academia Norteamericana de la Lengua Espa–ola.

Periodista de art’culos hist—ricos en los diarios: La Voz de Michoac‡n; La Voz de Asturias y La Nueva Espa–a (Oviedo).

Descubridor de los arquetipos oral-traum‡ticos y de las leyes poŽticas que conforman el protoidioma de la humanidad, cuyos estudios ha publicado en la propia revista Norte y en muchos libros entre los que se destacan Arte prehist—rico en cuevas del norte de Espa–a de Mag’n Berenguer; Arte er—tico de Pompeya y Herculano de BarrŽ; la Obra facsimilar de Sor Juana InŽs de Asbaje; El protoidioma en La divina comedia de Dante; Primera antolog’a de la poes’a homosexual, adem‡s de varias antolog’as como La locura en la poes’a c—smica de Antonio Ram’rez Fern‡ndez; Poes’a c—smica del Ecuador; El protoidioma en la poes’a de Delmira Agustini; El protoidioma en la poes’a de Fernando de Herrera; Antolog’a de la poes’a c—smica canaria (dos tomos); Cuatro poetas c—smicos puertorrique–os; Antolog’a c—smica de ocho poetas cubanas; etc.

Autor de varios ensayos y libros entre los que sobresalen La Virgen de Mesyco; los primeros intentos de Psicoan‡lisis de Cervantes, CortŽs, Sigmund Freud, Tango argentino, el segundo de Juana InŽs de Asbaje y Homo Hispanus.

 

Autor de Antolog’as de la Poes’a C—smica de:

 

Campeche, MŽxico

Canarias

Chile

Cuba

Ecuador

Matanzas, Cuba

Pinar del R’o, Cuba

Puerto Rico

 

De los colores:

 

Amarillo

Azul

 

 

 

 

 

De los poetas:

 

Agustini, Delmira

Albizu Campos, Pedro

Aleixandre, Vicente

Alonso, Odette

çlvarez, Ileana

ArŽvalo, Marta de

Arias, Olga

Aristeguieta, Jean

Assef, Pedro Alberto

Bruna, Carmen

Cajigas, Billy

Cambeiro, Conchita

Carranza, Eduardo

Carrera Andrade, Jorge

Casal, Juli‡n del

Chac—n Zald’var, Carlos

Chamero, Mar’a Luisa

Cuadra, çngel

Curbelo Barber‡n, Lalita

Dalœa, çngeles

Dante

Delgado L—pez, Juan

D’ez Guzm‡n, Hugo Alejandro

D’ez Serrano, Isabel

Echavarr’a Alonso, Alberto

Echeverri Mej’a, Oscar

Feij—o, Samuel

Fuente, Carmen de la

Garc’a Lorca, Federico

Garc’a Munive, Rosamarina

Garrote y Gil, Juan Carlos

God’nez, Pedro Oscar

GuillŽn, Nicol‡s

GutiŽrrez Pedreiro, Daniel

Henr’quez, Francisco

Heredia, JosŽ Mar’a de

Hern‡ndez Acosta, Miladis

Hern‡ndez, Miguel

Hern‡ndez Novas, Raœl

Herrera, Fernando de

Hierro, JosŽ

Hierro, Nicol‡s del

Ibaceta, Herminia D.

Ibarbourou, Juana de

Lacasa, Cristina

Larra–aga, hermanos

Lebr—n, Lolita

Lecuona Varela, Clara

Leyva Rosabal, Odalys

Loynaz, Dulce Mar’a

Loynaz, Enrique

Mart‡n G—ngora, Helc’as

Mart’, JosŽ

Marx

Mendoza Torres, Mayra Margarita

Merino, Adriana

Mesa, Raœl

Miguel çngel

Morales, Carmen

Moreno del Toro, JosŽ

Luis Morffe, Freddy Camilo

Nietzsche

Nœ–ez, Serafina

Oliver Labra, Carilda

Pardo Garc’a, Germ‡n

Pedroso, Regino

PŽrez, Orlando Concepci—n

Petrarca

Pita Rodr’guez, FŽlix

Pizarnik, Alejandra

Prado, Pura del

Puebla, Manuel de la

Quincoses, Liudmila

Ram’rez Fern‡ndez, Antonio

Ram’rez Tavera, Nidia y Alejandra

Rodr’guez çvila, Xiomara Maura

S‡nchez, Francis

Santos Duarte, Ponciano

Shakespeare

Sierra Montes, Yasm’n

Silva y Mendoza, Diego

Soler Palomino, Juventina

Sor Juana InŽs de la Cruz

Su‡rez Merl’n, Iv‡n

Storni, Alfonsina

Terga Oliva, Amarilis del Carmen

TrullŽn, Guadalupe

Undurraga, Antonio de

Urrutia, çngel

Vega de Alba, Gloria

Villaca–as, Juan Antonio

Yarza, P‡lmenes

 


RAòL TçPANES LîPEZ

(Poeta cubano, Director de la revista literaria ARIQUE)

 

ÒLa poes’a c—smica, como yo la veoÓ

La polŽmica en torno al lenguaje poŽtico, a la lingua franca de la poes’a, es tan antigua como sus or’genes y puede remitirnos al Ars PoŽtica de Arist—teles, la obra de Fernando de Herrera, la Escuela de Praga o, m‡s ac‡, a la Art poŽtique de Verlaine. De cualquier manera, m‡s all‡ de ismos y concepciones estŽticas hoy es generalmente aceptado que poetizar no es nombrar, sino sugerir, evocar, hacer que se diluya el mensaje y que se lo intuya y adivine poco a poco (Javier Ciordia Muguerza, Entre el delirio y el orden. Pre‡mbulo a Matos Paoli, 1994). Pero tanto dentro del arte aristotŽlicamente mimŽtico, reflejo exacto de ideas, razonamientos y formas, como del imperio actual, casi obsesi—n, de intuiciones y sentimientos, el uso de arquetipos o de met‡foras ha establecido el lenguaje poŽtico en a–adidura al lenguaje comœn. Hoy estamos hablando de un tercer lenguaje, que a decir de una autoridad en la materia, el profesor Ubaldo DiBenedetto, de la Universidad de Harvard, es inconsciente y ha vibrado inaudiblemente durante siglos junto al lenguaje poŽtico como la arm—nica superior de una nota fundamental (Introducci—n a El protoidioma en La Divina Comedia de Dante , 1994).

Puede hacerse poes’a sin met‡foras, pero no existe poes’a sin arquetipos, que tambiŽn est‡n presentes en aquellas: Hablamos de arquetipo cuando un motivo poŽtico, signo lingŸ’stico, s’mbolo, alcanza un grado de sistematicidad en su funcionamiento semi—tico que no responde a la casualidad, ni siquiera al gusto personal, y alcanza una valencia significativa relativamente estable (Raœl Francisco Garc’a Doba–o, La mariposa en la poes’a o la poes’a de la mariposa, 2003).

Segœn el texto ya citado de Ubaldo DiBenedetto este tercer lenguaje demuestra, a travŽs de arquetipos inconscientes pero constantes, las im‡genes y s’mbolos que est‡n en la base de la experiencia evolutiva de la humanidad (...) El protoidioma es un utensilio tan necesario para la interpretaci—n de la poes’a como un buen conocimiento del sistema binario para entender las computadoras.

A travŽs del psicoan‡lisis tambiŽn Freud (MoisŽs y monote’smo, 1938 ) otorga una elevada importancia al estudio de los arquetipos en el lenguaje: existe, en primer lugar, la universalidad del simbolismo en el lenguaje (...) Aqu’ parece que tenemos un ejemplo evidente de una herencia arcaica que data del per’odo en que se desarroll— el lenguaje (...) La herencia arcaica de los seres humanos comprende no s—lo las disposiciones sino tambiŽn la materia subjetiva: residuos de memoria de la experiencia de generaciones anteriores [los arquetipos].

Sin embargo, esta teor’a no comenz— a ser verdaderamente aceptada y extendida hasta que Jung no definiera en 1936 al inconsciente colectivo como experiencia de naturaleza colectiva, universal, impersonal, comœn a todos los individuos y presente en nuestro sistema ps’quico en forma de recuerdos preexistentes o arquetipos. El valor del arquetipo es inconmensurable, como inmenso es el poder de la palabra para los poetas. La utilizaci—n del mŽtodo psicoanal’tico como herramienta en el estudio y cr’tica literarios es relativamente nuevo.

Para Fredo Arias los poetas son individuos que poseen una especial facultad para concebir los arquetipos que subyacen en el inconsciente colectivo de la humanidad, arquetipos que est‡n presentes en el corpus literario de todas las Žpocas y naciones y que constituyen un particular lenguaje dentro del habla, ya de por s’ particular de la poes’a, y que Žl ha denominado protoidioma poŽtico. Por cuanto la mayor parte de esos arquetipos est‡n relacionados con cuerpos celestes se ha dado en llamar poes’a c—smica a este lenguaje poŽtico, quiz‡s tambiŽn como un indirecto homenaje a JosŽ Vasconcelos, autor de La raza c—smica , defensor del hispanoamericanismo y cuyo nombre ostenta la m‡s alta distinci—n otorgada anualmente por el Frente de Afirmaci—n Hispanista que dirige Arias de la Canal.

Somos criaturas solares y por ende c—smicas, sujetos eternos de las leyes del universo sin las cuales no existir’a la vida c—smica y menos la animal dice Fredo Arias en la Entrevista intemporal entre Joseph Campbell y Fredo Arias (2001). Los arquetipos c—smicos en la poes’a aparecen generalmente relacionados con otros s’mbolos como ojo, luz, fuego y piedra en conjuntos de dos (estrellas y luz-fuego), tres (estrellas, ojos y luz- fuego) o cuatro (estrellas, ojos, luz-fuego y otros). El arquetipo estrella abarca todas las denominaciones de los cuerpos celestes: astro, sol, lucero, luna, cometa, planeta, etc.

Otros arquetipos, secundariamente asociados a los anteriores, tienen un origen oral-traum‡tico. A travŽs del estudio de las obras de miles de poetas durante decenas de a–os, Arias ha rastreado dichos arquetipos hasta sus or’genes: las edades tempranas del ni–o, el per’odo de lactancia cuando segœn el psicoan‡lisis quedan establecidos en la mente infantil los siete temores erotizados: el temor a morir de hambre y sed -por una lactancia deficiente-, a ser devorado, envenenado, asfixiado, decapitado, castrado, drenado. A esos temores infantiles, se–alados por Freud y Bergler, Arias agreg— el de la punci—n, producido por el pez—n materno que es introducido en la boca del ni–o. Para Žl, como para Jaspers, todo fen—meno art’stico es efecto de una causa, siendo Žsta el trauma oral del mam’fero humano. El arte es como la perla en el molusco infectado , concluye Arias: si no hay trauma no hay arte (en la presentaci—n de la Antolog’a de la poes’a c—smica del Ecuador , en 1996).

A esos temores infantiles aparecen asociados una serie de arquetipos que se–alamos someramente, sin agotarlos todos. Al recuerdo del hambre y la sed: el arquetipo fuego y el color amarillo; al temor de ser devorado: aves de presa y todo tipo de fieras terrestres y marinas; al temor de envenenamiento: sierpes, escorpiones, ara–as y fango; asfixia: naufragios y horcas; decapitaci—n o destrozamiento: hachas, espadas, guillotina; el temor de ser castrado se asocia a las navajas y tijeras; la drenaci—n con los vampiros y murciŽlagos; y finalmente la punci—n que es asociada a arquetipos como clavos, pu–ales, cuervos, espinas y otros objetos punzantes.

Director desde hace dŽcadas de la Revista Hispanoamericana Norte , Fredo Arias ha desarrollado en ella la serie de estudios El mam’fero hip—crita , dedicada al an‡lisis de los s’mbolos poŽticos relacionados con los arquetipos c—smicos y oral-traum‡ticos. En 1994 publica, precisamente en Valpara’so, Chile, bajo el t’tulo de Antolog’a amarilla de Juan Delgado L—pez , un estudio psicoanal’tico de la obra de ese insigne poeta andaluz. Un a–o despuŽs en El protoidioma en La Divina Comedia de Dante , desarrolla un novedoso y exhaustivo an‡lisis de la obra poŽtica de Dante, Petrarca y Miguel çngel. Al estudio de la obra poŽtica de cl‡sicos como Fernando de Herrera o contempor‡neos como çngel Urrutia Iturbe o Antonio Ram’rez Fern‡ndez, siguen una serie de antolog’as regionales como las dedicadas a la poes’a ecuatoriana (1996), canaria (1997), cubana (2000), puertorrique–a (2002) o m‡s recientemente la Antolog’a de la poes’a c—smica chilena (2004).

Los estudios y an‡lisis de Fredo Arias de la Canal lo llevan a enunciar las leyes que rigen la creatividad poŽtica:

1 . Los arquetipos que concibe el poeta durante sus sue–os o estados de posesi—n provienen de su propio inconsciente o paleocortex cerebral y se hacen conscientes al percibir, escribir o recordarlos.

2. Todo poeta es un ser que simboliza sus traumas orales con arquetipos pertenecientes al inconsciente colectivo, del cual su propio inconsciente es parte integrante.

3. Todo poeta concibe en mayor o menor grado arquetipos c—smicos: cuerpos celestes asociados principalmente a los s’mbolos: ojo, fuego y piedra y secundariamente a otros arquetipos de origen oral-traum‡tico.

Pero, Àa d—nde nos lleva el psicoan‡lisis de la obra poŽtica? ÀPara quŽ sirve? Psic—logos puros,           entre comillas, argumentan -en aras de un eclecticismo conservador- en contra de la generalizaci—n que suponen las leyes de la creatividad. Incluso poetas, estos s’ asumiendo posturas m‡s coherentes, como el mexicano Br’gido Redondo -precisamente Premio Vasconcelos en 2003-, subliman las defensas poŽticas contra el escalpelo psicoanal’tico de Arias. Hace ya una dŽcada Annis Pratt ( Dancing with the Goddesses. Archetypes, Poetry and Emporvement , 1994) entreve’a las ra’ces ocultas de este conflicto:

A estas alturas, deber’a ser evidente que los arquetipos son realidades psicosociales poderosas capaces de liberar eventos personales y sociales tanto constructivos como destructivos.

Nada argumentarŽ en contra de los defensores del psicoan‡lisis puro -subrayo de nuevo el entrecomillado- ya que no soy un psicoanalista, sino un atormentado hombre que intenta escribir versos; pero desde el punto de vista poŽtico no creo, al igual que Arias, que este inmenso salto en el desarrollo del psicoan‡lisis venga a empobrecer la poes’a. Ningœn conocimiento de s’ mismo, gnotiseauton, puede ser nocivo para el poeta. Al respecto Arias ( Di‡logo intemporal entre Nietzsche y Fredo Arias , 2002) manifiesta:

El conocimiento del mundo metaf’sico, gracias al descubrimiento de las leyes de la creatividad poŽtica, me parece que es de utilidad vital para la humanidad. Si el hombre no conoce su personalidad metaf’sica situada en su inconsciente, jam‡s podr‡ explicar sus compulsiones a la "pasi—n, error y enga–o" que lo han tra’do siempre en peligro de naufragio, como lo han demostrado sus guerras estœpidas y genocidios de mujeres y ni–os.

El propio Arias no parece muy preocupado por la aceptaci—n de sus descubrimientos cuando sentencia en El objetivo del psicoan‡lisis (2001):

Si a la ciencia pragm‡tica de la mec‡nica del fen—meno on’rico le tom— un siglo reconocer lo dicho por Freud en "La interpretaci—n de los sue–os" (1900), es posible que se tome otro siglo en aceptar los descubrimientos de Bergler, Jung y m’os.

Mientras tanto la labor de Fredo Arias constituye, como se–alara el espa–ol Manuel de la Puebla, un doble servicio a la poes’a. Yo agregar’a que son mœltiples los servicios si tomamos en cuenta, adem‡s, su labor de afirmaci—n de nuestras ra’ces hisp‡nicas y de divulgaci—n y patrocinio de todas las artes y las culturas en general. Porque al ejercicio human’stico para el conocimiento y clarificaci—n de la naturaleza humana, debemos agregar que al estudiar los textos poŽticos contribuye a la difusi—n de la poes’a y a la congregaci—n y conocimiento de s’ mismos de los poetas, adem‡s de su reiterado apoyo a muchas otras manifestaciones culturales. Respecto a los grandes aportes de Fredo Arias de la Canal a la cultura cubana ha dicho Virgilio L—pez Lemus:

Ya es mucho, y cada vez es m‡s, lo que la cultura cubana tiene que agradecer a la inteligencia y solvencia de este mexicano ejemplar, al Frente de Afirmaci—n Hispanista, y a su labor personal desinteresada, llena de matices, bajo el sentido que le ofrece el an‡lisis arquet’pico, su presupuesto c—smico y la condici—n del protoidioma. Es un tipo de an‡lisis complejo, que requiere ampl’sima cultura, como la que demuestra tener el autor, as’ como un conocimiento esencial del psicoan‡lisis. El asunto para Arias de la Canal no consiste en hacer cr’tica literaria al uso, ni explorar las obras desde un perfil puramente estŽtico, sino hacer ver desde ellas mismas, lo que de pensamiento c—smico poseen.

Bienvenida entonces, y sin temores, la poes’a c—smica y el conocimiento que de nosotros mismos nos trae ella.

Valpara’so, junio de 2007

 

 

 

 

 

UBALDO DiBENEDETTO

(Novelista y catedr‡tico de Literatura en la Universidad de Harvard. ÒPremio VasconcelosÓ 1976.)

 

 

Protoidioma, tŽrmino puesto en primer plano por su novedad, es un lenguaje que se cuela silenciosamente por la escotilla del complejo deslumbrante, la mente consciente del poeta en el mundo subterr‡neo de los arquetipos.

 

Dentro del contexto de la abundante evidencia documental que Fredo Arias ha presentado en otros estudios trascendentes, tales como las series de ÒEl Mam’fero Hip—critaÓ as’ como otros, demasiados para enlistarlos aqu’, el tŽrmino protoidioma es adecuado y descriptivo. Protoidioma no significa la forma m‡s temprana del lenguaje recons­truido por lingŸ’stica comparada. M‡s bien, es un lenguaje de primer orden articulado por el psicoan‡lisis. Para ser m‡s preciso, es un lenguaje que demuestra, a travŽs de arquetipos inconscientes pero constantes, las im‡genes y s’mbolos que est‡n en la base de la experiencia evolutiva de la humanidad. Muchos de ellos, como ha se–alado Fredo Arias durante la entrega del ÒPremio JosŽ Vasconce­losÓ a JosŽ Rubia Barcia, son por ejemplo, los arquetipos inconscientes del mundo hisp‡nico en su relaci—n al Òrechazo y la muerteÓ, o como aparecen asociados a Òsangre y heridasÓ.

(É)

Leslie Fielder que entr— al ruedo atacando la ÒNueva Cr’ticaÓ por considerar sin importancia todo lo biogr‡fico, propuso la idea de la cr’tica literaria como la de Òintuiciones œtiles en la psique individualÓ. Era la comprensi—n de la mente del escritor, aseguraba, lo que pod’a ayudar al cr’tico a definir la ÒfirmaÓ personal del mismo, en oposici—n a la idea de la experiencia colectiva. Es de la mayor importancia que consideremos, especialmente a la luz de los estudios de Fredo Arias, la teor’a de Fielder de que la literatura comienza con la firma, u originalidad del escritor (personalidad del artista), y termina Ò ... impo­niŽndose al arquetipoÓ.

            Fredo Arias ha entrado a la plaza de la cr’tica literaria imponiŽndose a la discusi—n actual al afirmar con su lenguaje propio, firme y evidente de que existen otras im‡genes caracter’sticas o arquetipos que surgen ÒinconscientementeÓ durante el proceso creativo, los que, afirma, se pueden rastrear hasta los traumas infantiles. Mas, a pesar de que se repiten frecuentemente, el poeta no est‡ consciente de ellos como portadores de significados que van m‡s all‡ del que quiso darles intencionalmente. Como tales, forman un cuerpo de residuos ps’quicos que son exclusivamente del poeta, pero que tambiŽn est‡n relacionados al residuo de la humanidad. Son estos determinantes a priori de experiencias individuales. El lenguaje que los articula es el proto­idioma, o como adecuadamente lo llama el protoidioma de la humanidad. Cervantes, Juana InŽs de Asbaje, Echeverri Mej’a, Adriana Merino, San Juan de Patmos, Delgado L—pez, como hemos visto, usaron este lenguaje. Entonces Àpor quŽ no Dante?

            Como lenguaje, el protoidioma no est‡ limitado a la articulaci—n de los arquetipos. El protoidioma tambiŽn puede crear tonalidad, debido a la fuerza de la naturaleza repetitiva de alguna de sus im‡genes.

(É)

            En lo de Fredo Arias, el protoidioma es un factor determinante, y se acompa–a una muchedumbre de evidencias. T—mense ese arsenal de pruebas textuales resaltadas, de f‡cil captaci—n visual que nos ofrece y la l—gica detr‡s del argumento del protoidioma, y que se combinan para decirnos que los traumas infantiles permanecen en la memoria del ni–o como un residuo ps’quico y de que anteceden al proceso cognoscitivo. Tanto la teor’a del protoidioma y la documentaci—n presentada nos dicen que la tesis est‡ en consonancia con la noci—n inconmovible de las experiencias ps’quicas inherentes a la Òfenomeno­log’a del arquetipo infantilÓ, sobre la que abund— Jung. Y para Žl, sabemos que abandono, privaciones, peligro, etc., eran todos elabora­ciones del inicio misterioso y milagroso de un ni–o, que nunca pudo ÒsuperarÓ.

            Como veremos, los traumas por lo general son los que se han sufrido durante la infancia, especialmente durante la etapa de lactancia y no funcionan aisladamente, sino que se relacionan a ciertos arqueti­pos, de all’ su pertinencia y su energ’a exotŽrmica latente.

 (É)

            Tal como lo veo, la raz—n del Žxito largo y sostenido de Fredo Arias como cr’tico e innovador, se debe a dos suposiciones: a) que toda forma de literatura desarrolla no s—lo su propia proyecci—n existencial sino tambiŽn aquellas que son primordiales; b) que de la misma manera que hay memorias prehist—ricas de una cultura dada (macro­cosmos), tambiŽn existen memorias precognoscitivas del ni–o (microcosmos).

(É)

            Los pilares sobre los que Fredo Arias ha construido lo que deber’a­mos llamar Òla teor’a del protoidiomaÓ se han erigido sobre estudios de psicoan‡lisis y preceptos aceptados de cr’tica literaria. Uno de estos es la noci—n de que los poemas -como observ— Emily Dickinson- son representaciones "indirectas" de ideas posibles gracias al cœmulo de utensilios poŽticos accesibles a los poetas desde Homero. De estos ninguno se presta mejor a la tarea de torcer las ideas indirectamente como el s’mbolo -un rebelde dentro de lo definitivo o de la coheren­cia aludida por la forma y que facilita los viajes de la imaginaci—n.

(É)

            Otro de los pilares que sostienen la tesis de Fredo Arias, es el que las experiencias infantiles surgen en las obras durante la madurez sin que el poeta se percate conscientemente de ello. Est‡ ’ntimamente relacionado a recientes estudios de desarrollo infantil que postulan, como lo hizo el mŽdico B. Harris en su famoso libro I'm O.K., You're O.K., que el gui—n del ni–o est‡ completamente escrito a la edad de seis a–os. Funcionando como un c—dice genŽtico, este gui—n, asevera el eminente psic—logo, es el que influir‡ al ni–o durante el resto de su vida. ÀPero es que la primera l’nea del gui—n se escribe antes del nacimiento?

            Si asumimos que as’ es, propone Fredo Arias, entonces los s’mbolos o arquetipos Òde base oral-traum‡ticaÓ tambiŽn deber’an formar parte de un proceso creativo tan personal como la poes’a -aunque no tan evidente como algunos de los otros.

(É)

            El protoidioma est‡ aqu’, as’ como su diccionario de arquetipos descubiertos por Fredo Arias a travŽs del estudio sistem‡tico de similitudes constantes del significado de las palabras que han resistido el cambio en un gran nœmero de poetas, lo cual nos hace considerar que si la lengua hablada transporta la misma esencia de nuestro ser, entonces la funci—n del protoidioma bien pudiera ser la de recordar el ritmo de los sentimientos que no hubo intenci—n de expresar. Si es verdad que este acercamiento psicoanal’tico al lenguaje poŽtico tiene, tomando de la ciencia, la masa cr’tica para darle a la experiencia poŽtica una nueva dimensi—n, es algo que determinaremos los lectores.

 

 

  Extractos tomados de la Introducci—n a El Protoidioma en La Divina Comedia de Dante.